Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2019

Ya no te amo.

        Ella esta sentada en la mesa, en su habitual asiento, se puede sentir la tensión en el ambiente, y cada minuto que pasa aumenta. —¿Puedes por favor decirme qué está pasando? –Polly siempre ha sido una chica impaciente, muy opuesta a lo que soy yo. Puedo ver miedo, terror y angustia en sus ojos castaños, en su bello y pálido rostro. Trato de pensar como decirlo, más temprano ese día estuve ensayando formas de decirlo sin que doliese tanto, pero todas eran malas, y cada una un poco más mala que la anterior. —Polly... –Hice una pequeña pausa. —Las cosas ya no están funcionando para mi. —¿Qué quieres decir con eso, Peter? –Su rostro dejaba ver cuanto terror estaba sintiendo en ese momento, ella comenzó a frotarse las manos, un gesto que conocía a la perfección, estaba nerviosa por lo que venía, y necesitaba mantenerse en centrada, fuerte.    —Quiero decir que no siento que sea lo mismo, o que seamos lo mismo. —No estoy comprendiendo, ¿no somos lo mismo? 

Pasión, placer y sudor.

         Entras cierras la puerta y apagas la luz, la temperatura sube significativamente unos cuantos grados en aquella habitación. Me ordenas qué me quite aquella camisa, y desabrochas mi sujetador, tu chaqueta cae al piso y tu boca reclama la mía. Otras prendas de ropa caen al piso; jadeante sigues tu camino hacía mis senos, dulce juego de placer. Mis manos viajan hacía tu espalda, puedo sentir cada movimiento de tus músculos. Sigues tu camino hacía mis caderas, de mis labios escapa un gemido, sentimientos fuertes empiezan a florecer; la temperatura sigue subiendo, otras prendas de ropa siguen cayendo al piso. Piel con piel, nos encontramos en aquella cama, espalda arqueada, derrochando pasión, derrochando lujuria, deseo. —Tómame.  –Logro decir entre jadeos.           Sin más rodeos me reclamas como tuya, puedo sentir el placer en mi abdomen creciendo, intenso, fuerte. Embestidas rápidas, besos fugaces. No resisto más, mis uñas en tu espalda, jadeante me aferro al p

Suspiro...

                    Suspiro por mi, porqué no aguanto el aire que se encuentra en mis pulmones. Suspiro por ti, ya que siento que me ahogo el mar de sentimientos y emociones.  Suspiro porqué no sé que hacer. Suspiro por el amor, porqué tengo tanto amor acumulado, y no existe una persona aún a quien pueda expresarlo, de alguna forma hay que expulsarlo. Pero también suspiro por el miedo, que no voy a hablar mucho de el ya que me produce terror, pero suspiro, porqué dejo salir parte de ese miedo, suspiro para dejarlo a un lado. Suspiro porqué ya no sé que pensar. Le suspiro a la vida, le suspiro a la muerte, qué siempre he tenido uno y he adorado a la otra. También le suspiro al bien y al mal, al balance que crea, suspiro porqué se que en mi hay más mal que bien. Suspiro porqué me hace bien.